PREHISTORIA
El arte
prehistórico es el desarrollado por el ser humano desde la Edad
de Piedra (paleolítico, 25.000-8.000 a.C.; mesolítico, 8.000-6.000
a.C.; y neolítico, 6.000-3.000 a.C.) hasta la Edad de los Metales (3.000-1.000
a.C.), periodos donde surgieron las primeras manifestaciones que se pueden
considerar como artísticas por parte del ser humano.
PALEOLÍTICO
El paleolítico tuvo sus
primeras manifestaciones artísticas alrededor del 25.000 a.C., teniendo su
apogeo en el periodo magdaleniense (±15.000-8.000 a.C.). Las primeras
manifestaciones pictóricas aparecen en cuevas —la llamada pintura
rupestre—, como medio de expresar la interrelación entre el ser humano primitivo y la naturaleza.
Como material pictórico utilizaban principalmente rojo de óxido
de hierro, negro de óxido
de manganeso y ocre de arcilla. La pintura rupestre se
desarrolló principalmente en la región franco-cantábrica: son pinturas de
carácter mágico-religioso, de sentido naturalista, con representación
de animales, destacando las cuevas de Altamira, Tito
Bustillo, Trois Frères, Chauvet y Lascaux.
NEOLÍTICO
Este periodo
—iniciado alrededor del 8.000 a.C. en el Próximo Oriente— supuso una
profunda transformación para el antiguo ser humano, que se volvió sedentario y
se dedicó a la agricultura y la ganadería, surgiendo nuevas formas de
convivencia social y desarrollándose la religión. En la pintura
levantina —datada entre el mesolítico y el neolítico— se dio la figura
humana, muy esquematizada, con notables ejemplos en El
Cogul, Valltorta, Alpera y Minateda. También se dio este
tipo de pintura en el norte de África (Atlas, Sáhara) y en la
zona del actual Zimbabue. La pintura neolítica solía ser esquemática,
reducida a trazos básicos (el hombre en forma de cruz, la mujer en
forma triangular). Son de destacar igualmente las pinturas rupestres
del Río Pinturas en Argentina, especialmente la Cueva de
las manos.
ARTE MEDIEVAL
La caída
del Imperio Romano de Occidente marcó el inicio en Europa de
la Edad Media, etapa de cierta decadencia política y social, pues la
fragmentación del imperio en pequeños estados y la dominación social de la
nueva aristocracia militar supuso la feudalización de todos
los territorios anteriormente administrados por la burocracia imperial. El
arte clásico será reinterpretado por las nuevas culturas dominantes, de
origen germánico, mientras que la nueva religión, el cristianismo,
impregnará la mayor parte de la producción artística medieval.
ARTE
PALEOCRISTIANO
Se denomina arte
paleocristiano al efectuado por los primeros seguidores de esta nueva
religión, primero de forma oculta, mientras aún eran perseguidos por el poder
imperial, para pasar posteriormente, tras la conversión
al cristianismo del emperador Constantino, a ser el estilo
oficial del Imperio. Las formas clásicas fueron reinterpretadas para servir
como vehículo de expresión de la nueva religión oficial, y se produjo una
atomización de estilos por zonas geográficas.
n La pintura se
dio sobre todo en las catacumbas, con escenas religiosas y alegóricas, y
surgió la miniatura, iluminación de manuscritos, con dos principales
escuelas: la helenística-alejandrina y la siria.
ARTE
PRERROMÁNICO
Se denomina así a los múltiples
estilos desarrollados en Europa desde la coronación
de Carlomagno (año 800) hasta alrededor del año 1000, donde
la aparición del románico supondrá la divulgación de un mismo estilo
unitario a lo largo de todo el continente europeo. Esta acepción es simplemente
una forma de englobar una serie de estilos independientes y con pocos o ningún
factor común, con el único aglutinante de ser predecesores de la
internacionalización del románico.
ARTE
BIZANTINO
La pintura
bizantina tuvo en época de Justiniano influencia paleocristiana, a la vez
que recogió diversas tradiciones anteriores, especialmente la helenística y la
siria neoática, destacando los conjuntos musivarios de San
Demetrio de Salónica y San Vital de Rávena. En la segunda edad dorada
se establecieron la estética y la iconografía bizantinas,
sobre todo en torno a los iconos, con una fuerte carga simbólica de las
imágenes, con figuras estilizadas y perspectivas jerárquicas (el tamaño de la
figura depende de su importancia religiosa). En la tercera edad dorada la
pintura sustituyó al mosaico, sobre todo los iconos de pintura sobre tabla,
destacando las escuelas
de Chipre, Salónica, Creta, Venecia y Moscú (donde
descuella Andrei Rubliov).
ARTE ROMÁNICO
El arte románico representa
el primer estilo de carácter internacional de la cultura europea occidental,
con una identidad plenamente consolidada tras el paso del latín a
las lenguas vernáculas. De carácter eminentemente religioso, casi todo el
arte románico estaba dirigido a la exaltación y divulgación del cristianismo.
Surgido a mediados del siglo XI, se desarrolló fundamentalmente durante
el siglo XII, a finales del cual empezó a coexistir con el
incipiente gótico. En el románico culminaron los diversos estilos
producidos por el prerrománico, a la vez que se denota la influencia oriental
del arte bizantino.
ARTE
DE LA EDAD MODERNA
El arte de la Edad
Moderna —no confundir con arte moderno, que se suele emplear como
sinónimo de arte contemporáneo— se desarrolló entre los siglos XV
y XVIII. La Edad Moderna supuso cambios radicales a nivel
político, económico, social y cultural: la consolidación de los estados
centralizados supuso la instauración del absolutismo; los nuevos
descubrimientos geográficos —especialmente el continente americano— abrieron una época de expansión
territorial y comercial, suponiendo el inicio del colonialismo.
RENACIMIENTO
Surgido
en Italia en el siglo XV (Quattrocento), se expandió
por el resto de Europa desde finales de ese siglo e inicios
del XVI. Los artistas se inspiraron en el arte clásico grecorromano,
por lo que se habló de «renacimiento» artístico tras el oscurantismo medieval.
Estilo inspirado en la naturaleza, surgieron nuevos modelos de representación,
como el uso de la perspectiva. Sin renunciar a la temática religiosa,
cobró mayor relevancia la representación del ser humano y su entorno,
apareciendo nuevas temáticas como la mitológica o la histórica, o
nuevos géneros como el paisaje, el bodegón e, incluso,
el desnudo. La belleza dejó de ser simbólica, como en la era medieval,
para tener un componente más racional y mesurado, en base a la armonía y
la proporción.
MANIERISMO
Surgido
igualmente en Italia a mediados del siglo XVI como
evolución de las formas renacentistas, el manierismo abandonó la naturaleza
como fuente de inspiración para buscar un tono más emotivo y expresivo,
cobrando importancia la interpretación subjetiva que el artista hace de la obra
de arte.
La pintura
manierista tuvo un sello más caprichoso, extravagante, con gusto por la forma
sinuosa y estilizada, deformando la realidad, con perspectivas distorsionadas y
atmósferas efectistas.
BARROCO
El barroco se
desarrolló entre el siglo XVII y principios del XVIII. Fue una
época de grandes disputas en el terreno político y religioso, surgiendo una
división entre los países católicos
contrarreformistas, donde se afianzó el estado absolutista, y los países protestantes,
de signo más parlamentario. El arte se volvió más refinado y ornamentado, con
pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero con formas más dinámicas
y efectistas, con gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas
y los golpes de efecto.
ROCOCÓ
Desarrollado
en el siglo XVIII —en convivencia a principios de siglo con
el barroco, y a finales con el neoclasicismo—, supuso la pervivencia
de las principales manifestaciones artísticas del barroco, con un sentido más
enfatizado de la decoración y el gusto ornamental, que son llevados a un
paroxismo de riqueza, sofisticación y elegancia.
La pintura
rococó se movió entre la exaltación religiosa o el
paisajismo vedutista en Italia.
NEOCLASICISMO
El auge de
la burguesía tras la Revolución Francesa favoreció el
resurgimiento de las formas clásicas, más puras y austeras, en contraposición a
los excesos ornamentales del barroco y rococó, identificados con la
aristocracia. A este ambiente de valoración del legado clásico
grecorromano influyó el hallazgo arqueológico
de Pompeya y Herculano.
ARTE
CONTEMPORÁNEO
Siglo XIX
Entre finales del siglo
XVIII y principios del XIX se sentaron las bases de la
sociedad contemporánea, marcada en el terreno político por el fin
del absolutismo y la instauración de
gobiernos democráticos —impulso iniciado con la Revolución Francesa—;
y, en lo económico, por la Revolución Industrial y el afianzamiento
del capitalismo, que tendrá respuesta en el marxismo y
la lucha de clases.
ROMANTICISMO
Movimiento de
profunda renovación en todos los géneros artísticos, los románticos pusieron
especial atención en el terreno de la espiritualidad, de la imaginación,
la fantasía, el sentimiento, la evocación ensoñadora, el amor a
la naturaleza, junto a un elemento más oscuro de irracionalidad, de
atracción por el ocultismo, la locura, el sueño. Se valoró
especialmente la cultura popular, lo exótico, el retorno a formas artísticas
menospreciadas del pasado —especialmente las medievales—, y adquirió notoriedad
el paisaje, que cobró protagonismo por sí solo.
VANGUARDISMO
En los primeros años del siglo
XX se forjaron las bases del llamado arte de vanguardia: el concepto de
realidad fue cuestionado por las nuevas teorías científicas (la subjetividad
del tiempo de Bergson, la relatividad de Einstein,
la mecánica cuántica); también influyó la teoría
del psicoanálisis de Freud.
es un tema grande pero interesante
ResponderEliminarbuena informacion me gusta mucho
ResponderEliminarmuy buen trabajo jairo
ResponderEliminarexelente trabajo jairo esto es muy importante
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